Enviado por editore1 el Jue, 15/06/2017 - 18:10
Rubicone y Mar
Una pista entre el mar y la colina, justo en frente de los Apeninos. Una pista de seguir mirando y admirando las espuelas que desde la cumbre son testigos de historias, como los castillos medievales que actúan como centinela. Descubriendo los tesoros artísticos y religiosos.
Dejándose guiar por el olor de los platos tradicionales, pasando de los peces a los sabores de la tierra.
Alma turistica, ésta. Una sucesión de eventos. Centros animados y creativos, apoyados por las instalaciones y servicios. Donde las huellas arquitectónicas y de ingeniería del pasado se complementan perfectamente en la ciudad contemporánea que fluye.
Destino para todo el mundo, de diversión y descubrimiento, de eventos culturales y deportivos que mantienen alto el nombre en el mundo. Tierra de ecos literarios y poéticos, que se lee como las páginas de un libro.
Tierra de mar y de los Apeninos.