Roncofreddo

Una red de pueblos colgados alrededor de castillos medievales que sirven como centinelas del alto valle del Rubicon. En las alturas boscosas entre estrechos barrancos y colinas estériles se encuentra el territorio de Roncofreddo, hecha de castillos y fortalezas, en el pasado al servicio de los Malatesta, pero hoy en día encierran hábitos, costumbres y tradiciones del pasado.

El pueblo se extiende a lo largo de la que fue la frontera entre Roma y la Galia. De sus siete fuertes que salpicaban el actual suelo urbano quedan sólo tres: la fortaleza de Roncofreddo y los castillos Sorrivoli y Monteleone, cada uno con su particular estructura urbana y una historia que contar. A lo largo de su larga historia, el pueblo fue codiciado por las familias más importantes del pueblo (la familia Malatesta de Rimini antes y la Sogliano después), después fue sometido a la ocupación de las tropas napoleónicas y los intensos bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.

El centro histórico de Roncofreddo se ensancha en un semicírculo alrededor de la plaza Allende, dominada por la característica torre de la ciudad, construida a mediados del siglo XVIII, parte de la antigua "Castellaccio" de la cual hay la puerta y piezas de paredes medievales.

Entre los tesoros artísticos y religiosos destacan el oratorio de Nuestra Señora de la Misericordia y la iglesia parroquial de San Biagio, con un crucifijo de 1600 y dos pinturas de Cimatori. Una pintoresca escalera conduce al castillo deSorrivoli con su característica ruta subterránea marcada por los tiempos: desde la carretera principal se llega a la entrada, equipada en el pasado de puente levadizo, que se ensancha en un patio interior caracterizado por la torre de 1200 y la iglesia de los santos Lorenzo y Aldebrando.

Por último, el pueblo medieval de Monteleone tiene la forma de una media luna, cerrado palrededor del castillo que a lo largo de los siglos ha sufrido varias transformaciones. El eco del amor entre Lord Byron y la condesa Teresa Gamba Guiccioli que en estas habitaciones se encontraban en secreto, sobrevive hoy en la estructura de propiedad de los condes Volpe.

La torre principal es ahora utilizada como agroturismo, mientras se conservan las murallas y dos puertas. En el punto más alto del municipio es Montecodruzzo con la iglesia de Santa María Liberadora (conocido como el Templo Malatesta), construida por Giacomo Malatesta en homenaje a su liberación de la cautividad de los turcos. Desde aquí la vista se extiende a las colinas y el mar Adriático.

Roncofreddo es una zona muy animada también gracias a los eventos culturales que se realizan durante todo el año. Las noches de verano se animan con el festival "El pueblo sonoro" con canciones, música y teatro, mientras que la zona del castillo de Sorrivoli se llena de visitantes con la fiesta de los grandes titiriteros, un evento único en Italia que serpentea a través de conferencias, talleres y laboratorios. En el otoño hay la artesanía antigua, música y bailes tradicionales, pequeños cortes de animales, talleres y juegos durante la pequeña feria de otoño, mientras que durante el día de la Virgen y la feria de los higos se celebra la tradición religiosa con una procesión a lo largo de las calles del pueblo y la de gastronomía con la fruta y más buena y dulce de la zona. Por último, en primavera se celebra otro producto del territorio durante la feria de guisante, con stands, música y exposiciones.