A espina dorsal del gran Apennino, que al bajar a la costa del mar Adriático mantiene unido un territorio más allá de las limitaciones geográficas. Para toda una zona geogràfica unida por profundas pasiones, orgullo de tradiciones históricas, culturales, artísticas, espirituales y gastronómicas. Que comunican entre sí, hablando el mismo idioma que viene desde lejos, y que tiene el sabor de mitos, de pueblos antiguos e de influencias que se expresan en la mesa, en las representaciones històricas, en los caminos en las montañas sin tiempo. Todo eso combinado con la imaginaciòn, la creatividad, el deseo de legar con los instrumentos contemporáneos.