Cella della Madonna, 1437 (llamado el cementerio), capilla votiva encargada por el obispo Giovanni Seclani en 1437

Completamente pintada por uno de los pintores más famosos de la época, Antonio Alberti, originario de Ferrara, pero desde hace mucho tiempo residente en Urbino. En la pared posterior, hay pintadas las escenas de la Anunciación y de la Virgen en el Trono. Alrededor están representados la Adoración de los Magos, la Presentación en el Templo y dos grupos de santos, 6 hombres santos y 6 mujeres santas, los más venerados en el territorio. Los cuatro Evangelistas están pintados en las bóvedas cruzadas y los Doctores de la Iglesia aparecen en las esquinas. En unos pocos metros cuadrados hay una gran parte de la historia de la Iglesia universal, en un extraordinario documento visual, concebido y creado entre el final del arte gótico y el comienzo de la pintura renacentista.