Magistero - Facultad de Ciencias de la Educación y Sociología
Solapas principales
Magistero - Facultad de Ciencias de la Educación y Sociología
Soiguiendo los trabajos realizados en la Facultad de Derecho, De Carlo continúa esta recuperación del centro de actividades de la ciudad llevada a cabo por la Universidad y con el apoyo de la Administración municipal, con la intervención profunda que dio origen a la antigua Facultad de Educación entre el 1968 y 1976. Su concepción del espacio arquitectónico era perfectamente en línea con las políticas de las dos instituciones políticas de la ciudad y en el conjunto del Magisterio la idea de la interconexión entre la historia de la ciudad, su tejido urbano y la vida de los habitantes da vida a resultados ambivalentes. En este sentido, si el exterior se reanuda fielmente con las que son las formas originales del complejo con el fin de no alterar el equilibrio urbano ya consolidado de esa parte del centro histórico, el proyecto interno propone nuevamente la vieja construcción en forma disruptiva. De hecho, como la superficie del antiguo convento es demasiado pequeña, De Carlo concibe una estructura que debe desarrollarse verticalmente, excavando hasta una profundidad de dieciséis metros, para permitir que el edificio se desarrolle bajo el nivel del suelo sin que se perciba a fuera de la Facultad. La fuerte discrepancia entre el exterior y el interior se hace aún más evidente tan pronto como ingresas a la entrada principal de Via Saffi, que no se abre en el primer nivel, sino en el nivel medio; o desde la Via San Gerolamo, en el quinto piso, pero para los que entran aparece como el primo.Este juego de encaje de los diferentes espacios interiores resuelve su propio equilibrio, desarrollando el patio cilíndric donde los dos tilos en el centro sugieren el sentido vertical del edificio y al cual se asoman los estudios de los profesores; y el Aula Magna (Gran Salón) del nivel más bajo que, moviendo los paneles acústicos de las aulas de la planta superior, puede llegar a una capacidad de hasta 1.500 personas. En el área zona que mira hacia la iglesia de San Bernardino, diseñada por su "profesor ideal" Francesco di Giorgio Martini y casi como un homenaje al gran arquitecto de Siena, el proyecto muestra la inventiva del arquitecto, haciendo que la luz juegue con los espejos de la sala suspendida y de las otras que la rodean; todo rodeado para descubrir en cada nivel jardines colgantes que culminan en el techo que trae la memoria el ejemplo anterior de Le Corbousier. Este gran espacio abierto al horizonte hace del edificio una especie de punto de observación discreta, así como lo confirman los grandes ventanales en la forma de un ojo de la cerradura que miran hacia los montes de Montefeltro, o la puerta del aula estudio que tiene correspondencia con las aperturas de las puertas de las aulas".
Texto de Francesco De Carolis

61029 Urbino (PU)