Un rondo ritual. Es la forma que une a los alimentos similares en el concepto de inspiración, pero cada uno con su identidad distintiva, que lama atrás en el tiempo, hasta longobardos y latinos. La forma solar es un eco de le focacce de la zona mediterránea que que se ofrecían a los dioses de la cosecha. Se debe recordar también hoy cuando nos sentamos a la mesa, sin dar nada por sentado.

Pero aun reconociendo influencias recíprocas, las realizaciones individuales son consideradas y valoradas como un solo producto, único y particular del territorio de referencia.

El Crostolo en su concepción original, recuerda territorios de influencia lombarda y entonces la mantequilla y manteca de cerdo, mientras que la piadina sabe másde ganado.. El Crostolo entre Montefeltro y Alta Valle del Metauro, con sus variaciones locales entre Urbania y Urbino, por ejemplo,haa sido contaminado a lo largo del tiempo con los huevos, así como con el suero de la producción de queso, haciendo cada vez más unidas las áreas que han dado lugar a estos panes originalmente también cómodo de llevar, dada la forma.

Cómodos también de comer en el momento, como se hace hoy en día, rellenos como se desea, unendo a la tradición Street-food (la modica de la calle), como por la piadina, sinónimo del territorio.

"Está hecho con harina de trigo mezclada con agua y sazonada con sal. También se puede mezclar con la leche y sazonar con un poco de manteca de cerdo ", escribió en 1371 cardenal Legato Anglico de Grimoard. Desde entonces es sustancialmente así. La variante puede ser aceite de oliva en lugar de la manteca de cerdo o un poco de bicarbonato 'para hacerlo más friable y suave, con diferentes espesores, dependiendo de las áreas.

Una variante de la piadina es el crescione (berro). Se come sonriendo pensando en la mención a de Pellegrino Artusi en su "La ciencia en la cocina" "Porqué se llama berros y no tortelli con espinacas no se puede saber".

En otra variante dulce y con la fragrancia de anís es la piadina de Forlì, con el diseño y la receta relacionada con el culto de la Madonna del Fuego, el santo patrón de la ciudad. Un sabor, el suyo, ligado a la historia que recuerda su origen. Vendido los regalos ofrecidos a la Virgen durante una hambruna, con las ganancias se preparó este pan dulce para ser distribuido a los pobres.