Monasterio Agustino y Iglesia de Santa Caterina

El monasterio agustino fue fundado en 1346, pero hay noticias de una comunidad religiosa ya presente desde finales del siglo XI. La entrada actual se caracteriza por un portal del siglo XVII, pero el atrio correspondiente revela las huellas arquitectónicas del siglo XV en los marcos de las puertas y de las ventanas. La Iglesia Conventual de Santa Catalina es contigua, caracterizada por un portal en piedra de finales del siglo XVI, con frontón roto con en el centro la figura de Santa Catalina. El interior se compone de una sala rectangular cubierta por una bóveda de cañón, iluminada por cuatro ventanas con orejas, en un marco obturador con muescas. La decoración en grisalla parece ser recuperada de otra existente a principios del siglo XIX, en la medalla ovata de la bóveda encontramos una pintura anónima que representa Santa Caterina (Santa Catalina).

Triunfante es en cambio el altar principal en mármoles polícromos bien afinados, lo que revela su origen noble de finales del 500 en el bajorrelieve central de estuco dorado, que representa el martirio de Santa Caterina, obra de Federico Brandani, nacida con el mismo altar que acaba con un tímpano roto en columnas corintias. El bajorrelieve, tal vez mortificado por el dorado posterior, pero no reciente, es el resultado de la actividad extrema del escultor de Urbino.

Los dos altares laterales, del severo siglo XVIII, tienen también mármoles polícromos en los comedores, y la parte superior de maderas del marco de las pinturas: San Miguel entre los santos San Pedro y Barbara Alfonso Patanazzi, Santa Teresa y Santa Catalina de Cialdieri.

Todavía del Brandani encontramos los dos medallones en estuco dorado en el hastial de los dos altares con los santos Michele y Caterina".

De Urbino, ladrillos y piedras, Franco Mazzini, Argalia Editore, 1982 Urbino