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Las leyendas del Alpe della Luna

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Las leyendas del Alpe della Luna

Cruzar el Alpe della Luna significa entrar en otra dimensión, suspendida entre los sonidos evocadores de la naturaleza y el misterio del cuento de hadas del silencio. Esta tierra fascinante e inviolable ha sido la custodia de siglos de grandes y numerosas leyendas que siempre han acompañado a las buenas noches de los más jóvenes. Gnomos y elfos todavía pueblan los bosques hoy. Muchos son también los tesoros por descubrir, escondidos por los ladrones que robaban las carovanas que corrían en la calle Major y en los otros caminos para llegar a la llanura de Romagna, desde el interior de los señores y del Tifernum.
Una historia que revelaremos es la de Rosalia y Manfredi di Montedoglio.

En la Edad Media eran los señores de Badia Tedalda los condes de Montedoglio y de Chiusi y, a pesar de que estos señores habían dado el castillo a las órdenes religiosas de vez en cuando iban a visitarlo, y organzaban fiestas a las que participaban los señores de los castillos cercanos. Fue en una de estas ocasiones que el joven Conde Manfredi de Montedoglio conoció a Rosalía, hija del Señor y Podestá de Colcellalto, que en ese momento era una Municipalidad. El joven caballero, conocida la damisela, se enamoró locamente de ella y ella lo correspondió con un amor ardiente, igual al suyo. Lógicamente, los Montedoglio nunca aprobaron este amor; encerrados en su austera nobleza nunca habrían permitido que su hijo se casara con una mujer noble del campo; pero él con la excusa de visitar la posesión de Badia Tedalda, iba en cambio a Colcellalto a ver a su enamorada. En las noches de luna llena, mientras que los dos jóvenes estaban en el balcón susurrando palabras de amor como todos los amantes, Rosalía dijo: "Mira, Señor, si, cuando la luna parece estar apoyada al Alpe, uno pudiera tocarla, podría pedir lo que quiere y su deseo sería cumplido". Además los ancianos dicen que hay tesoros inmensos en el Alpe, pero nadie ha logrado tocar la luna y llevarse los tesoros ... Alguien ha ido pero no ha regresado nunca. La mujer habló mucho a su enamorado de los misterios y los tesoros del Alpe della Luna, y él, aunque supersticioso como todos los demás en ese momento, pensó ir al Alpe para tocar la luna y tomar posesión del fabuloso tesoro. Una mañana de majo el joven conde dijo a Rosalia: "Voy al Alpe para tocar la luna y tomar los tesoros que están allí y cuando regreso seremos tan ricos que ya nadie podrá impedir nuestro matrimonio".

La joven, que además de ser muy bella era también muy valiente, quería a toda costa acompañar a su amante en su aventura. Las oraciones y las amenazas del padre no valieron nada: ensillaron dos caballos y partieron hacia el Alpe. Y nadie los vio regresar.

Hace algunos siglos, los carboneros y leñadores, que habían construido sus cabañas en el bosque cerca del Alpe, dijeron que durante las noches de luna llena oian el galope de dos caballos y veian dos sombras vecinas, con las manos extendidas hacia ariba, en un intento desesperado de tocar la luna Incluso hoy en día, los últimos carboneros de Montelabreve, Castellacciuola e Parchiule son conscientes de estos y otros secretos del bosque, como el de las trufas y del café, que os revelarán si teneis suerte.

Jardines, parques y reservas naturales
Via Alpe della Luna, 4
52032 Badia tebalda (AR)
Tel: 0575714014

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E.g., 2025-04-30
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