La Madonna de Citerna de Donatello

La terracota policromada, después de una larga restauración que duró casi siete años en el Opificio delle Pietre Dure de Florencia, desde el mes de diciembre de 2012 ha vuelto a lucir en la sacristía de la iglesia de San Francesco (San Francisco) di Citerna.

La obra datada alrededor de 1415/20 es considerada uno de los descubrimientos más fascinantes y audaces en el campo del arte de los últimos años, un descubrimiento de la Dra. Laura Ciferri que reveló al público una obra maestra de indudable valor artístico-cultural. La superficie pictórica original, oculta hasta la pre-restauración por diferentes repintados realizados en diferentes épocas, ha salido a la luz en toda su belleza por la calidad de los colores, muy rica y preciosa, y por el refinamiento de la decoración, revelando completamente aspectos típico de una representación vinculada al gusto del gótico internacional, todavía en existencia a principios del siglo XV en Florencia.