La Crescia de Gubbio rellena de carnes, quesos y verduras. Los embutidos, la mortadela di Gubbio, los jamones Pascelupo, salami, salchichas, lomo de cerdo. El mazzafegato (higado) dulce que de un producto aparentemente menos noble que es la salchicha, expresión de los productos del cerdo hecho en casa, es ahora un embajador reconocido en la cocina de Alta Umbria con una multitud de admiradores. Un ejemplo de uso racional de todas las partes del cerdo, reforzada por especias.

Y todo el negocio lechero. El Frico de pollo à la eugubina. Siempre trufas blancas y negras. La sopa de legumbres y granos que aquí tiene el nombre de "imbrecciata". La carne Chianina.

El del vin santo ahumado debe ser un descubrimiento, porque las familias que producen este vin son muy pocas en esta zona. “Vino passito” con regusto ahumado de uvas blancas secas, absorbiendo las uvas el humo de las chimeneas, logrando así su característica. A beber mientras se corta el “torcolo” (el dulce simil al roscón, muy conocido aquí).

Pero la historia aquí se entrelaza con otra de una manera, sin embargo, que parece inesperada. Cuando en el siglo XIX se inició la producción de tabaco, incluso las mismas uvas fueron expuestas a los humos de secado.

Pero hay más: las hojas enterradas en cajas de lata, escondidas al monopolio, se suavizaron con este vino. Y por eso la costumbre actual del cigarro mojado con vin santo. Y cuántas historias que no se saben están detrás de las acciones que se dan por sentadas.

Muchas otras cosas sentados aquì en la mesa.