Sant’Angelo in Vado

Cofre de mosaicos y mitos clásicos, capital de la trufa blanca con la larga historia entrelazada y tejida entre los campànarios de su centro histórico y los antiguos bosques que anuncian el perfil encantador.

Aquí cada piedra, cada iglesia, cada campo perfectamente arado y cada uno de sus muchos tesoros arqueológicos encontrados en la hermosa "Domus del Mito" ofrecen al visitante una pieza de sus antiguos orígenes.

Ya capital de Massa Trabaria, la región interior montañosa y de difícil acceso de los Estados Pontificios, Sant'Angelo in Vado fue fundada sobre las cenizas de la antigua ciudad romana Tifernum Mataurense (I siglo DC), completamente destruida en la guerra amarga entre los bizantinos y los Ostrogodos. La tradición cuenta que los Longobardos decidi reconstruir la ciudad y dedicar el nuevo asentamiento arcángel Miguel, de la que toma el nombre de Sant'Angelo. La segunda parte del nombre "en Vado" probablemente se refiere al glasto, planta de la que se extrae un colorante azul que se utiliza para teñir los tejidos. Con el matrimonio entre Gentil Brancaleoni, hija de los señores de la ciudad, y Federico de Montefeltro, el pueblo fue incorporado en el ducado de Urbino.

El casco antiguo es una curva armoniosa que abraza los edificios de ladrillo de la época romana y el conjunto monumental de la Edad Media, encerrando los tesoros de arte del Renacimiento y las obras de molde manierista de los hermanos Vadeses Federico y Taddeo Zuccari.

En la red urbana de planta de la Edad Media se encuentran innumerables iglesias que merece la pena visitar. La catedral con la capilla dedicada a la Virgen de las Lágrimas, la iglesia de Santa Caterina llamada "de las bastardas" por el compromiso de las hermanas en ayudar y educar los niños abandonados, la Iglesia de San Filippo del siglo XVII con la original planta octogonal. Y entonces la iglesia de Santa Clara con el maravilloso portal del siglo XVIII de madera procesada, las iglesias de San Francisco, San Bernardino y San Filippo.

No muy lejos, cruzado el puente sobre el río Metauro, se encuentra la iglesia del siglo XIV y el monasterio de Santa María extra Morus con sus altares barrocos finamente decoradas. Un destino apreciado por los turistas es la domus patricia de Campo della Pieve con sus mosaicos, uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos 50 años.

Pero Sant'Angelo in Vado es también el hogar de los antiguos oficios de la economía rural. El Mulino Matteucci y el Museo Demoantropologico comprueban la larga tradición que tiene sus raíces en el trabajo y en la laboriosidad de su gente.

Tierra amable y hospitalaria, une gran parte de su economía a la producción de trufa, vin santo y carnes. En homenaje al rey de los productos típicos de la Marche, nació el Centro experimental más importante en Italia para el estudio y la aplicación de técnicas de cultivo de trufa y la Exposición Nacional que se repite desde hace más de medio siglo.