Pietralunga

Turismo lento y bosques iluminados de colores. Pedaladas entre las crestas escarpadas de los Apeninos y excursiones en los senderos marcados. Tierra de tradiciones antiguas y pueblo medieval con el característico asentamiento "en casas dispersas". Pietralunga es una pequeña perla de Umbria, situada en el Valle Carpina.

Un hallazgo curioso, la flauta en hueso obtenida de una tibia humana, hoy conservada en el Museo Arqueológico de Perugia, comprueba los orígenes prehistóricos. Atravesada por los Umbros y luego por los Romanos, ha conservado los restos de las antiguas villas, acueductos, monedas y calles en parte con losas de piedra. Su historia se entrelaza con la de la cercana Città di Castello, después con los Estados Pontificios y en fin con el Reino de Italia. Ciudad partidaria, también decorada con la medalla de bronce al valor militar por los sacrificios hechos por el pueblo durante la Segunda Guerra Mundial, enseña en el parque de la paz el monumento regional al partidario de Umbría. Durante el Renacimiento se llamó Pratalonga, llamada en lengua vernácula por Leonardo da Vinci Patromagno por sus extensos pastizales.

Los muros perimetrales, marcados por una muralla que ha permanecido intacta, son una puerta que se abre a tiempos lejanos. El centro histórico de la localidad mantiene la trama urbana de estructura medieval, construido alrededor de las ruinas de la antigua fortaleza longobarda de planta pentagonal que se remonta alrededor del siglo VIII. Los estrechos "Vigoli" y las deliciosas escaleras conducen el visitante a la iglesia de Santa María, la iglesia parroquial de origen muy antiguo, coronada por el elegante portal romano del 1.279 dañado por una granada durante la Segunda Guerra Mundial. En el interior el fresco del Martirio de San Sebastián atribuido a Raffaellino del Colle y la copia del retablo de Ottaviano Nelli.

A lo largo del camino aparecen las típicas casas de piedra con las puertas del muerto y del vivo (llamada así porque la primera está abierto solo para hacer pasar el ataúd, mientras que la segunda se utiliza como la entrada normal), las viviendas residenciales como Palazzo Fiorucci de 1612 , edificios históricos como el Palacio del Capitán del pueblo de los comienzos de la década de 1400 o el Palacio de Gonfaloniere, el antiguo puesto de guardia del puerto de Cassino, la única de las tres entradas que permanece de pie.

El ambiente medieval vuelve en el valle una vez al año, durante el Palio della Mannaja que tiene lugar en agosto.

Leyendas construidas en el tiempo con la mezcla de elementos cristianos y mitológicos aparecen con frecuencia en la tradición popular de Pietralunga. Como muestran los itinerarios religiosos a lo largo del valle que incluyen lugares de culto como la iglesia de Saddi. La iglesia es un cofre que contiene el bajorrelieve del octavo siglo que representa el dragón matado por San Crescenziano.

Los productos de los bosques encuentran su celebración durante el festival de comida y de vino dedicado a la patata y a la trufa. Una visita obligada para los turistas es el oasis de Candeleto con su Museo de la naturaleza.