Montone

Vida medieval en las verdes colinas del Alto Valle del Tíber, donde està también un observatorio astronómico, entre los más avanzados en Italia. A partir de las antiguas puertas de Porta Borgo y Porta Verziere se cruzan las poderosas murallas que rodean un centro histórico que conserva el encanto seductor de las áreas no exploradas. Las huellas del pasado se imprimen en las piedras de las estructuras antiguas, entre las casas colgantes y las iglesias llenas de tesoros artísticos.

El aroma de autenticidad que se propaga a través de las calles estrechas y las atmósferas mágicas suspendidas entre pasado y presente, antiguo y moderno, han legitimado la inclusión de Montone en los cien pueblos más bellos de Italia. Pero en esta tierra también se agita la bandera naranja, marca de calidad turístico-ecológica otorgada por el Touring Club Italiano a los municipios pequeños que se destacan por ofrecer la excelencia y la hospitalidad de calidad.

Su historia comienza en el siglo IX y está vinculada con la historia del señorío Fortebraccio. Cuando en el año 1200 la familia decidió vender la ciudad a Perugia, sobrepasando tranquilamente las luchas por la conquista del territorio, osa Fortebraccio reciben en cambio el título de "nobles de Perugia". Más tarde el pueblo se incorporó a los dominios de los Estados Pontificios y regresó único municipio independiente sólo con el nacimiento del Reino de Italia.

Hoy en día el casco antiguo conserva el aspecto de un salón medieval envuelto en el verde del valle, entre un mosaico de colinas, campos y zonas montañosas ricas en bosques, a partir del cual se ramifican fuentes silenciosas y arroyos de agua cristalina. En este antiguo pueblo sobreviven tradiciones sin cambios durante siglos, como el hierro forjado, el ganchillo y la madera, oficios que se llevan a cabo en las preciosas tiendas exclusivas.

Sitios sagrados y valiosas obras de arte se abren en cada esquina. Al igual que la iglesia de la Madonna delle Grazie del siglo XVI, situada a los pies de la colina, la iglesia de San Gregorio en el estilo románico, construida en el siglo XI, pero encierra edículos del renacimiento de piedra serena y frescos de la escuela de Umbria. En Porta del Monte se puede admirar la iglesia de la Collegiata del siglo XIII con frescos y pinturas de Vincenzo Chialli, una pintura de Dionisys Calvaert y un relicario que alberga una espina que pertenece, según la tradición, a la corona sagrada de Cristo.

En estilo gótico es la iglesia de San Francisco (siglo XIV), ahora un museo municipal y galería de arte. Mientras que el archivo histórico municipal, considerado uno de los más importantes y completos de Umbría, se desplaza en el antiguo convento de Santa Caterina, construido sobre la preexistente fortaleza.

El pueblo de Montone nunca se ha rendido al pasado. Entre sus calles repletas de vida, en todas las épocas del año hay algo hermoso para hacer: del prestigioso festival del cine Umbria Film Festival que convierte el casco antiguo en un cine al aire libre a la recreación histórica de la Donación de la Santa Espina, de la exposición bienal de los Maestros Herreros a la Feria del Bosque en compañía de artistas callejeros, malabaristas y bandas musicales. En la colina de Coloti se puede visitar el observatorio astronómico.