Maiolo

Los sabores de antaño. Los del pan, que aquí está hecho de acuerdo con los métodos tradicionales, utilizando solo harinas locales. Una rareza incomparable que siempre ha impulsado la comunidad y su espíritu más auténtico. Explorar el territorio significa entrar en un verdadero Museo de Pan, que se extiende desde los campos de trigo a los pueblos con casas de campo y los típicos hornos de piedra. El simple placer culmina en un ritual fragante, que anima las calles del pueblo durante la Fiesta del Pan: con motivo de este evento clave a finales de junio, todos los hornos históricos vuelven de nuevo a funcionar.

Pura, sin compromisos, es también la belleza de este lugar, desde el cual hay unas vistas panorámicas del valle.

Gracias a su conformación, Maiolo ofrece muchos lugares donde disfrutar del panorama, insertados como perlas en la preciosa tierra del pueblo, compuesto de pequeñas casas dispersas, humildes casas de campesinos, plazas, calles y esquinas suspendidas en el tiempo.

Llegar a uno de los miradores, la vista pasa de la Toscana hasta el Adriático: un estupor vertiginoso acompaña el ojo de los picos de los Apeninos del Monte Fumaiolo y Carpegna hasta los torreones de San Leo, a los castillos de San Marino y las playas doradas de la Riviera de Rimini

El anorama más popular es el que se puede disfrutar de la roca de Maioletto, mítica fortaleza medieval que domina el paisaje, tallado por barrancos, y las ruinas de la aldea destruida, de la cual Maiolo toma su nombre.

Las causas de la devastación, que la leyenda atribuye a un deslizamiento de tierra que se produjo por castigo divino, siguen siendo todavía un misterio y atrae a los geólogos contemporáneos. Los restos de la fortaleza, por el contrario, cuentan el pasado con una voz clara: de las paredes de la cortina a las torres poligonales, la fortaleza permite imaginar una estructura imponente y hace volver a un tiempo épico, marcado por las hazañas de los señores de Faggiola, Malatesta y de Montefeltro, que se alternaron en el dominio del fuerte.

Tierra generosa, Maiolo también sorprende con su patrimonio renacentista: la iglesia de Santa Maria di Antico, con rosetas preciosas, contiene la estatua exclusiva del siglo XV "Madonna con el Niño en brazos", en cerámica vidriada; un fresco valioso del '500 decora la iglesia de San Rocco, de la cual comienza un pintoresco camino que conduce a la fortaleza; la Iglesia San Apolinar en la localidad Poggio conserva muebles, pinturas y un órgano del siglo XV; del mismo período es la estatua de madera de San Juan, presente dentro de la iglesia del mismo nombre; cerca, el castillo de Antiguo, que en la sombra de los bosques del Monte Carpegna está listo para impresionar a los visitantes y hacer enamorar a los más románticos.