Lunano

Paisaje al claro de luna. Su nombre, Lunano, introduce a la atmósfera plateada típica de la villa medieval iluminada por la suave luz de la luna, pero también al milagro de la luz que, según la tradición franciscana, fue hecho por San Francisco en el área actual de Monte Iluminado.

Centro agrícola de Montefeltro, una tierra de lagos y castaños, se encuentra en el lado izquierdo del Alto Valle Foglia, en la confluencia del torrente Mutino. En el pasado, era un bastión de los Montefeltro, debido a su posición geográfica estratégicamente situada en la frontera de varios caminos a lo largo de la Massa Trabaria.

La antigua fortaleza de Castrum Leonani o Liunani es mencionada por primera vez en un documento del siglo XIII donde se habla de un "castillo libre habitado por hombres libres."

La historia cuenta de un siguiente dominio por parte de los Brancaleoni, antes desposeídos por el cardenal Albornoz en 1358 y, posteriormente, llamados por el papa Bonifacio IX. El Pueblo fue entonces conquistado por Guidantonio da Montefeltro, terminando incorporado en el territorio del futuro ducado de Urbino.

El centro histórico de 1300 se extiende a los pies de la estructura fortificada que una vez dominaba el valle con el castillo de la Ubaldini. La iglesia parroquial construida a finales de 1800 mantiene un valioso órgano, obra del veneziano Gaetano Calido y una gruta dedicada a Nuestra Señora de Lourdes inaugurada en 1965.

Del antiguo complejo fortificado, que según los historiadores fue diseñado por el gran arquitecto Francesco di Giorgio Martini, sólo se conservan hoy en día ruinas de una torre medieval cubierta de hiedra y de una fortificación militar del siglo XV. Se puede acceder desde el país a través de un camino característico (con tablas y zonas de descanso) que sube por la colina, llegando al monasterio franciscano de Monte Iluminado.

La tradición religiosa habla del paso de San Francisco de Asís en 1213 y del famoso milagro de la devolución de la vista a un ciego. En memoria del milagro y debido a la creencia popular según la cual en el sitio puedan ocurrir milagros a las personas con problemas de vista, la colina fue llamada Monte Iluminado. El convento conserva el encantador campanario medieval y los frescos de los siglos XV y XVI.

Inmerso en el árido suelo del valle es el exuberante bosque de castaños de Monte della Croce (Monte de la Cruz). Entre los pocos en la provincia, se extiende a lo largo de un kilómetro de la ciudad y produce castañas de alta calidad y aroma inconfundible. A estas frutas se dedica el festival anual que se repite en el otoño y que propone platos tradicionales y sabrosa torta hecha con harina de castaña llamada "castagnaccio".

La cocina local se basa también en otros regalos del bosque, como trufa blanca, Tuber magnatum pico y varias especialidades de setas.

Un circuito de trekking bien equipado permite llegar a las zonas ajardinadas en las que viven las ardillas, erizos, lirones y especies raras como el martin pescador.