Museo del grabado Urbinate
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Museo del grabado Urbinate
En el antiguo Collegio Raffaello se delinea a grandes rasgos la historia del grabado urbinado del siglo XX. La "Escuela del libro" a la que desde el comienzo convergen los grabadores más famosos del periodo Art Nouveau, hace de Urbino un centro entre los más relevantes de un desarrollo formal, sino también técnico, de la gráfica según las perspectivas ya no nacionales, sino europeas. En la segunda mitad de los años veinte, en las ilustraciones de los libros de arte "" dibujadas con habilidad (en la piedra, la placa y madera) por Aleandro Terzi, por Francesco Carnevali, Bruno da Osimo y muchos otros, se cruzaron con diversos resultados las utopías neogóticas de Viollet - le - Duc, las enseñanzas de William Morris, la poética de la Secesión y la voluntad de una revalorización de las tradiciones nacionales que se expresan sobre todo en Urbino de Adolfo de Carolis, el máximo intérprete de una imagen que se encuentra en en literatura en el trabajo de D'Annunzio.
Alrededor de 1950 se produjo un verdadera brusco cambio cultural en la dirección de la "Scuola del Libro" por un grupo de jóvenes, entre ellos Arnaldo Battistoni, Walter Piacesi, Renato Bruscaglia, Nunzio Gulino, Giorgio Bompadre y Enrico Ricci que rechazaron los principios de la Ars decorativa y la suposición del grabado como ilustración para buscar los motivos inspiradores de su trabajo en un toque más personal con la realidad de la naturaleza y el arte. En grabado y la litografía se prefirieron las técnicas de huecograbado (primero grabado) que obedecían a la misma lógica tonal de sus pinturas y acuarelas.
El proceso fue sin duda favorecido por la singular investigación figurada de Carlo Ceci y Dante Panni, Peter Sanchini y Umberto Franci, pero sobre todo por el compromiso de Leonardo Castellani que enseñó grabado en la "Scuola del Libro" por casi cuarenta años. De hecho, la mayor contribución a la fortuna del grabado fue dada por los más altos resultados a los que llegó el maestro de Urbino, como lo demuestra la rica donación conservada en el actual Museo del Grabado. En las zonas vidriosa Castellani está suspendiendo sus trazas líricas, sin repetir la maravilla metafísica de Moranti, pero sugeriendo el misterio de la vida en la transparencia y el equilibrio.

61029 Urbino (PU)