Urbania

El “jeans” valle de Casteldurante antiguo territorio de los Duques de Urbino. Lugar envuelto en la magia y la tranquilidad en la época de Francesco Maria II Della Rovere, el último de un señorío poderoso e ilustrado eligióeste lugar para su último aliento. Corazón animado y laborioso distrito textil del Alto Metauro hoy.

Urbania tiene la característica de haber cambiado su nombre tres veces en el curso de su historia. Bajo Brancaleoni, en la Edad Media, era conocida como Castel del le Ripe. Es Casteldurante después de la reconstrucción por Monseñor Guglielmo Durante, más tarde se llamó Urbania en honor del Papa Urbano VIII, que en 1636 la elevó al rango de diócesis y ciudad.

Lugar de arte y delicias durante todo el Renacimiento, cunado con los Duques Rovere Montefeltro-Della Rovere conoce un florecimiento de muy alto nivel por la calidad de su cerámica. Las crónicas hablan de 40 hornos en funcionamiento entre sus calles, 150 maiolicari producen vasos y platos colorados y decorados y una calle estrecha construida ad hoc para conectarse a Urbino "con tres horas de viaje".

La vitalidad artística y el florecimiento de las actividades agrícolas del pasado han sido suplantados en los años cincuenta por la expansión de la industriatextil de prendas de vestir. Figura central e creador es el cura Corrado Cattani, el primero en haber tenido la idea de iniciar la producción de jeans (vaqueros) para la mayoría de las marcas que encontramos en el mercado.

Pero Urbania es mucho más que el Silicon Valley italiano de los pantalones vaqueros azules. Cuna de arte y tesoros, ofrece a los visitantes un pintoresco recorrido urbano entre callejones, plazas y puentes a través del Metauro. El castillo del palacio ducal, restaurado por Francesco di Giorgio Martini y Gerolamo Genga, alberga una rica colección de impresiones, dibujos, grabados, manuscritos, mapas y globos del famoso Mercator. La biblioteca imponente es entre las más importantes de la región.

Conectado con el Palacio Ducal por el río que la nobleza disfrutaba en barco, se encuentra el magnífico Barco Ducale, antaño terreno de caza. El culto pagano de los muertos y la tradición cristiana encajan perfectamente en la Iglesia de los Muertos, que tiene en su interior el cementerio de momias: una exposición única de los cuerpos de 1.600, conservados por un molde particular.

Culturalmente viva todo el año, presta especial cuidado y atención a la organización de eventos y actividades en las fiestas: desde la Navidad hasta Pascua, a través de las ferias de primavera y citas en el verano de música. Una oportunidad de mostrar las habilidades de sus habitantes es el antiguo juego popular de Pascua con huevos cocidos "Punto y cul" en el que gana el jugador que se las arregla para mantener intacta su huevo, batiendo con la de otros competidores en un círculo.

Tierra de carnes finas, setas y trufas. De acuerdo con una costumbre rural arcaica todavía en boga, la mejor manera de evitar ser sorprendidos por el clima tiene que basarse en la lectura de las cebollas.