El Monasterio de San Girolamo

Fue construido en 1500 por Don Ghisello, perteneciente a la ilustre familia de Vandini, por concesión del obispo de Montefeltro Luca Melini, y también con el apoyo posterior de los duques de Urbino. Lugar encantador, rodeado de robles antiguos, el monasterio ha sido recientemente restaurado por la Municipalidad, que lo posee. Hoy parece un oasis tranquilo, un tesoro reservado para los turistas, que desean quedarse y encontrar restaurantes de calidad. Compuesto por iglesia, convento y otras adicciones al servicio. La iglesia de una sola nave contiene un coro y un órgano. El retablo del altar mayor sobre lienzo, pintado por Bernardino de Longiano (1560), representa a la Virgen con Ángeles, Niño y Santos Girolamo y Giovanni Battista. Los frescos en las paredes representan Santa Maria Maddalena. Santa Lucía, un tríptico con Madonna, Niño y Santos Antonio Abad y Stefano, Crucifij y Santos, un lienzo con Madonna, Niño y Santos rodeado de pequeños paneles, que describen escenas de la vida evangélica. En el Refettorio, un popular pero evocador fresco con la Última Cena adorna la pared trasera. En el piso superior del Monasterio se conservan las antiguas celdas de los monjes. Hoy San Girolamo está destinado al turismo y la estructura en su conjunto satisface las demandas más exigentes de una clientela en busca de lugares particularmente valiosos desde el punto de vista ambiental y cultural.