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Acqualagna

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Acqualagna

Una localidad identificada con en la doble "t" de trufa y de turismo. Aquí, en el valle del Metauro, en el punto exacto donde las aguas verdes del Candigliano desembocan en el Burano hay un paisaje natural de belleza incomparable. Las laderas de los Apeninos de Catria y de Nerone dibujan los contornos, mientras que la reserva de la Gola del Furlo (Garganta del Furlo) encaja el paisaje de Acqualanga con impresionantes acantilados y rocas de piedra caliza con los colores blanco y rosa.

Los intinerarios artísticos, históricos y espirituales enriquecen un paisaje de colores definidos y niuna dados por sentados. El resultado es un área encantadora para los ojos y el alma del visitante que llega a descubrirla.

El elemento distintivo de la doble "T" aparece en el nombre de uno de sus ciudadanos más ilustres: el amado Enrico Mattei, el fundador de Eni, ya que en Acqualanga se encuentra la casa donde nació, ahora convertida en el primer museo en Italia dedicado a él. Entre la mesa con las gafas y utensilios de pesca surgen fragmentos inéditos de la historia personal: la última firma del ingeniero antes de ser matado, y la tapa de la botella de champán descorchado en febrero de 1953 para celebrar el nacimiento de Eni.

Citado por primera vez en un documento de 1292, Acqualagna nació como un pequeño pueblo en el valle del antiguo castillo de Monfalcone, ahora desaparecido. El Terrritorio comunal coincide la antigua ciudad romana de Pitinum Mergens destruida por Alarico. Entre los edificios importantes, la antigua iglesia parroquial de Santa Lucía, el santuario mariano de Pelingo con un fresco de la Madonna con el Niño, la iglesia de la Virgen de Pietriccio con frescos del siglo XIV, la Abadía de Santa Maria Nuova, el castillo Naro y Villa Colombara, construcción rural romano del siglo II A. C. Acqualanga es también tierra de santos: en la antigua abadía del siglo VIII, que ahora se llama San Vincenzo al Furlo, vivió San Romualdo y San Pier Damiani.

Conocida en todo el mundo por su liderazgo de capital de la trufa, ha puesto su fortuna en el más famoso tubérculo de todos los tiempos gracias a los numerosos eventos que se celebran en diferentes épocas del año (principalmente la Feria Nacional de la Trufa) y por una tradición de varios siglos de investigación, producción y comercialización. El atractivo de esta delicia atrae a admiradores y vendedores de toda Italia también para los codiciosos tours de comida y vinos propuestos.

Aquí los turistas quedan deslumbrados por la calidad y variedad de senderos naturales: senderos a pie en la Gola del Furlo (Garganta del Furlo) para descubrir el túnel romano tallado en la roca por Vespasiano para permitir el paso de los Apeninos desde el mar Tirreno al Adriático, a lo largo del Flaminia. Ciclismo en los caminos de montaña en busca del pico más elevado y la vista más bella o incluso excursiones a caballo.

En invierno Acqualanga es un destino popular por sus zonas de esquí poco distantes de la ciudad.

Quédate en Acqualagna

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