Tavoleto

Por cada pueblo que se respete hay un castillo en su defensa. En Tavoleto, fortaleza estratégica del ducado de Urbino, el castillo almenado imponente que con la torre domina el estrecho canal entre Marche y Romagna es el producto de un trabajo paciente de reconstrucción querido por la familia Petrangolini.

Una restauración artesanal que suena como un guante arrojado a una historia marcada por enfrentamientos y batallas que se imprimen en el nombre y en la morfología del sitio. Los sangrientos conflictos, que en los años han opuesto los Montefeltro de Urbino a los Malatesta de Rimini, hicieron atribuir a sus habitantes el nombre de "quemados" por las devastaciones sufridas y los incendios estallados durante las guerras.

Al pasado más reciente pertenecen las destrucciones llevadas a cabo en 1797 por las tropas de Napoleón y la trágica batalla, durante la Segunda Guerra Mundial, que vio a lo largo de la línea gótica el combate cuerpo a cuerpo en la noche entre el 3 y el 4 de septiembre de 1944, entre los Gurkha del Nepal del ejército aliado y las tropas alemanas. De estos terribles acontecimientos sobreviven el monumento a los caídos y una lápida a la memoria de los soldados que liberaron la ciudad del asedio alemano.

Las crónicas del 1300 hablan de Tabuletum, aglomeración compuesta de cuarenta fuegos o sea cuarenta familias. El lugar asume importancia como ciudad fortificada, cuando los Malatesta de Rimini en 1371 construyeron uno de los castillos más grandes de la zona en defensa del valle de abajo del río Conca. La fortaleza fue atacada varias veces y el pueblo puesto en jaque por parte del Duque de Urbino que conquistó el dominio. Se remonta a este época la decisión de Federico de Montefeltro de encargar el arquitecto de Siena Francesco di Giorgio Martini para reajustar la antigua fortaleza a los cánones arquitectónicos renacentistas. Fue demolida en 1865, reconstruida por la familia Petrangolini hasta en los detalles más pequeños y fue transformada en una residencia de verano. De la antigua fortaleza hoy en día se conservan las bases y una parte de las murallas que permanecen de pie, mientras que el castillo con su torre almenada es de época reciente.

El nombre de Tavoleto procede de la madera de alta calidad, extraída de sus espesos bosques y transformada en tablillas para las obras de construcción de Roma. Una historia bastante acreditada cuenta que la madera de Tavoleto era el andamiaje sobre el que Miguel Ángel subió y se tumbó para dibujar a mano el maravilloso Juicio Final en la Capilla Sixtina.

Por su posición estirada por el lado de una colina empinada, Tavoleto goza de un clima envidiable y de una belleza natural que atrae a los viajeros de los cercanos centros urbanos. En Monte San Giovanni se encuentran todavía las ruinas del castillo llamado "La Trampa", un bosque de pinos y las cuevas inexploradas.

Entre las atracciones se destacan las iglesias de San Lorenzo y Sant'Ercolano en Ripamassana, el jardín de Raffaello Sanzio y la antigua fortaleza y el mirador llamado Monte Osteriaccia.